Natalia García Freire revela de entrada que jamás pensó en la escritura como un trabajo: “Quizás porque Ecuador es un país complicado en ese sentido”. Ha sido maestra de primaria, niñera, profesora de inglés y recién hace un año terminó de pagar el crédito con el que pudo hacer un máster de Narrativa en Madrid en el 2016. “Hay como esta imposibilidad en algún punto de sentir que la escritura puede ser algo en lo que puedas sobrevivir”, expresa en un Zoom con EL UNIVERSO, por el que nos permite conocerla —un poco, al menos— más allá de sus letras y los reconocimientos.