En las faldas del cerro Madope, en un espacio amplio a la altura del kilómetro 13,5 de la vía Salitre, se colocó la primera piedra de lo que será la planta de tratamiento de agua potable de la parroquia La Puntilla.

El alcalde de Samborondón, Juan José Yúnez, presidió el acto este martes, 22 de abril. La obra compromete una inversión de $ 43 millones aproximadamente. La construcción tomará dos años.

El contrato fue adjudicado el 6 de marzo de 2025 al consorcio BI Samborondón. Esta planta captará agua del río Daule y la movilizará en tubería, aproximadamente 440 litros por segundo, hasta el sector del cerro Madope, en donde se realizará el tratamiento antes de la distribución.

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El agua potabilizada se subirá a un depósito en el cerro y desde allí se distribuirá por gravedad a la población.

Con ello, se detalló, se elimina el tema de bombeos. ”Con esto garantizamos una independencia hídrica en la ciudad al no tener que depender 100 % de las compras de agua que hacemos actualmente a Guayaquil”, recalcó Yúnez, quien añadió que no se descarta seguir comprando agua al Puerto Principal, pero en menor medida ya con la operación de la obra.

Según Yúnez, Samborondón, al igual que Guayaquil continúan en la senda de crecimiento y, por ello, se prevén nuevos proyectos para cubrir esa expansión.

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En el caso de La Puntilla, la planta de tratamiento y en Guayaquil, las obras hacia el noroeste.

Con el proyecto, que arranca con la colocación de la primera piedra, se cubre todo el sector de La Puntilla, sobre todo, a lugares que están en mayor crecimiento como Ciudad Celeste y lo que comprende el Nuevo Samborondón.

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Estas últimas, mencionó la autoridad, son 2.300 hectáreas que van en constante desarrollo hacia el sector de la avenida Miguel Yunes Sagia.

En este sector se construirá la planta de tratamiento de agua. Foto: José Beltrán

La planta de tratamiento estima beneficiar inicialmente a unos 70.000 habitantes de La Puntilla y a la población flotante que tiene el cantón durante el día.

Yúnez no descarta que, de ser necesario, la planta pueda ampliarse para cubrir a 30.000 habitantes más.

El diseño permite una expansión a futuro que cubrirá la demanda del cantón hasta el año 2050, con visión de independencia hídrica total.

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Dentro del proyecto también se han incorporado criterios de sostenibilidad ambiental, como la reutilización del agua tratada en áreas verdes, la gestión de lodos sin afectación al río Daule, uso racional de insumos químicos y sistemas de medición que optimizan el consumo. (I)