Las nuevas tarifas o tasas de autorretención generan malestar entre los 520 grandes contribuyentes del país. El mecanismo de autorretención lleva seis meses y medio de aplicación y ha generado una importante inyección de liquidez para el fisco: $ 1.400 millones a $ 2.000 millones. Sin embargo, las empresas que son parte de estos grandes grupos, entre los que están empresas automotrices, bancarias, comerciales, manufactureras, petroleras, mineras, cementeras, entre otras, se muestran inconformes.