Parece como si un terremoto hubiera sacudido todo. La sensación de peligro es permanente. Las cintas amarillas con la palabra “peligro” apenas advierten los graves daños de la vivienda que ha pertenecido a Fernando Proaño por 22 años.
Publicidad
Los propietarios de las viviendas llevan más de tres años exigiendo reparaciones al Municipio y a la empresa Metro de Quito.
Publicidad
Parece como si un terremoto hubiera sacudido todo. La sensación de peligro es permanente. Las cintas amarillas con la palabra “peligro” apenas advierten los graves daños de la vivienda que ha pertenecido a Fernando Proaño por 22 años.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?
esperaba un resultado más tradicional, apegado a las expectativas de todo feligrés, que se decidan inspirados por el Espíritu Santo, por un hombre bueno...
Publicidad