La madrugada del sábado 16 de diciembre de 2023, un grupo de diez antisociales ingresó a la hacienda del empresario y excónsul honorario de Reino Unido Colin Armstrong en Baba (Los Ríos). Él y su pareja, Katherine Paola Santos, fueron secuestrados en su propio vehículo.

Santos, de origen colombiano, fue liberada luego de un par de horas, portaba un chaleco con explosivos, que luego se verificaría que era falso. Por su parte, Armstrong fue secuestrado por cuatro días en una zona del cantón Rocafuerte, en la provincia de Manabí. En una reciente entrevista con la BBC, los extranjeros expusieron más detalles del siniestro que sufrieron hace más de un año.

Según Armstrong, quince individuos vestidos con uniformes de policía irrumpieron en su propiedad durante la madrugada y los trasladaron a una vivienda a seis horas de distancia. El empresario relató que los secuestradores exigieron un rescate de cinco millones de dólares. “Uno de los hábitos que tienen estas personas es cortar dedos u orejas. Me imaginaba que entrarían a llevarse algunos dedos”, declaró Armstrong.

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Durante el trayecto al lugar de cautiverio, la pareja fue cambiada de vehículo varias veces. Armstrong afirmó que fue llevado sin ropa y que las ataduras de plástico le causaron lesiones en los brazos mientras era transportado. Tras unas horas de ser detenidos, Santos fue liberada y enviada a ver al hijo del empresario, Nicholas Armstrong. Ella portaba un supuesto chaleco explosivo. “Le dijeron: ‘Si te acercas a una estación de Policía, lo sabremos y lo haremos explotar’”, contó Armstrong.

Santos logró llegar hasta la casa de Nicholas tras pedir transporte y utilizar 40 dólares proporcionados por los captores. Le entregó un teléfono al hijo del empresario con su padre en la línea. “Él tomó mi consejo sobre qué hacer e informó al embajador británico”, explicó Armstrong. Esto derivó en que el presidente de Ecuador fuera notificado de la situación.

Mientras continuaba la retención, Armstrong recibió una llamada en la que una voz grave le informó que había dado la orden de asesinarlo, debido a que nueve integrantes del grupo habían sido arrestados. “Fue una conversación extraordinaria”, comentó. “En un momento de valentía, dije: ‘¿Qué ganas con matarme? En lugar de un cargo de secuestro será uno de asesinato’, y colgó”.

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Santos fue localizada por la Policía en el área social de una urbanización de la vía a Samborondón. Las autoridades procedieron a quitarle el supuesto artefacto explosivo, que resultó ser falso. “Nunca nadie me dijo si era falso o no. En ese momento pensé: es posible que muera ahora”, dijo.

Video de cuando expertos en explosivos retiran chaleco con supuestas bombas a novia de Colin Armstrong. Ocurrió ayer en una urbanización de Samborondón y el tráfico fue interrumpido una hora en la vía. Foto: Captura de video

Armstrong aseguró a la BBC que pasó días preguntándose cuándo lo matarían.

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Tras días de negociación entre la banda y sus expertos en seguridad, la cifra original del rescate fue reducida.

Días después, Armstrong fue liberado cerca de Manabí. Según relató a BBC, un miembro de su seguridad llevó un maletín con dinero al punto de entrega siguiendo la instrucción de “dejarlo, alejarse y no mirar atrás”.

La noche del sábado 19 de diciembre, lo dejaron solo al costado de la carretera cerca de Manabí, donde la policía lo recogió.

En la red social X, el jefe policial compartió una fotografía del empresario acompañado de dos gendarmes. Armstrong portaba una gorra de la entidad policial, una chompa azul y un calentador negro.

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El empresario fue trasladado por las autoridades hasta su hogar. Al día siguiente, se reencontró con Santos. “La última vez que vi a Kate no sabíamos cuándo volveríamos a vernos”, señaló.

La Policía Nacional detuvo a nueve personas por este crimen, ocho de ellos son ecuatorianos y uno es extranjero. Tres tienen antecedentes penales.

La pareja aún reside en Ecuador. Recientemente, el empresario publicó un libro titulado Kidnap, en el que relata lo sucedido. Santos expresó: “Hubo muchos momentos en que pudimos haber muerto. Fue algo terrible, pero esto cambió mi vida”. (I)