Se iniciaron a los 20 años, incluso antes, en delitos menores como robo, tenencia de armas, asalto, extorsión o intimidación. Hoy tienen entre 32 y 41 años, la mayoría cumple sentencias por asesinato, delincuencia organizada o tráfico de drogas, y algunos desde prisión encabezan, según los reportes policiales, las principales agrupaciones que han llenado de masacre y terror las cárceles y de dolor, miedo e inseguridad las calles de todo el país.