Es lamentable que en ocasiones se plantee que el pueblo decida participar en consultas obligatorias sobre asuntos que se necesitan de un profundo análisis y versación jurídica en temas de gran interés para el progreso de la nación.
El desconocimiento de temáticas sensibles por gran parte de los ciudadanos del país, solamente traen más atraso y bloqueos a los objetivos patrióticos, por cuanto al no estar preparados para respuestas de gran valor nacional que se debe suponer que se encamina lo que se busca consultar al pueblo, terminamos no solo echando o desperdiciando recursos económicos por el alto costo de ese tipo de consultas populares, sino que terminamos haciéndonos daño nosotros mismos por no saber responder lo que se requiere para el beneficio del país. Más aún que en algunas consultas al pueblo mediante el voto obligatorio hay quienes que por ser contrarios políticamente a los mentores de la consulta, rechazan sin ningún miramiento cívico las propuestas, e instan por revanchismo también al pueblo a que se pronuncie en contra de lo que se anhela beneficiar al país.
Vías modificatorias de la Constitución
Creo que deben buscar entre los verdaderamente entendidos en la materia sea mediante mesas técnicas o cualquier otros recursos que eviten consultar a quienes muchas veces ignoramos o no estamos capacitados para responder objetivamente por el bien del Ecuador o que por intereses de otra índole antipatriótica caemos en la confusión y agravamos más el asunto por la falta de interpretación o de no buena intención de las preguntas. (O)
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Édgar Saldaña, Guayaquil