Olivia, de 20 años, recibió su primera visa de turismo a Estados Unidos (EE. UU.), de tipo B, en 2015. Se la dieron por cinco años y debía renovarla en 2020, lo cual no fue posible por la limitación de operaciones de las misiones estadounidenses en Guayaquil y Quito debido a la pandemia. Los ecuatorianos acuden a ambas ciudades para entrevistas migratorias, con la esperanza de conseguir el documento que les permita viajar.

De acuerdo con datos del Departamento de Estado estadounidense, el número de visas no migratorias (para estadías temporales por estudios, ocio y trabajo, entre otras razones) decayó durante la pandemia.

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El Gobierno estadounidense expone estas cifras en un conjunto de documentos llamado Reporte de la Oficina de Visas. Aunque lo hacen de forma anual, tiene una peculiaridad: cuentan desde el 1 de octubre de un año hasta el 30 de septiembre del otro. Esto se denomina año fiscal gubernamental.

Así, por ejemplo, el año fiscal 2020, afectado por la pandemia, incluye los datos desde el 1 de octubre del 2019 hasta el 30 de septiembre del 2020.

En ese año fiscal se limitaron las operaciones consulares a partir de marzo de 2020, causando retrasos en las renovaciones de miles de ecuatorianos como Olivia. En ese periodo, EE. UU. otorgó 84.171 visas B-1 y B-2 a ciudadanos ecuatorianos alrededor del mundo, una disminución del 51,2 % respecto del año fiscal 2019, cuando se dieron 172.227, cifra récord histórica hasta ese entonces.

En el año fiscal 2022 hubo una recuperación, con 176.528 visas de turismo entregadas.

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Sin embargo, para el siguiente año fiscal, el 2023, se otorgaron 263.415 visas de este tipo a ecuatorianos, un incremento del 49,2 % respecto del periodo anterior y el récord actual.

En total, EE. UU. ha dado 2′395.208 visas B-1 y B-2 a ecuatorianos desde octubre de 1999 hasta septiembre de 2023. La gran mayoría fueron entregadas como visas mixtas combinadas B-1 /B-2, para ocio y negocios. Esta cifra incluye documentos nuevos y renovaciones.

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No obstante, el incremento de 2022 a 2023 no fue el más grande de los últimos 24 años.

Las visas de turismo entregadas casi se duplicaron de 2000 a 2001

Del año fiscal 2000 al 2001 se pasó de 33.830 visas de turismo otorgadas a 62.855, un aumento del 85,8 %. Es decir, EE. UU. entregó 96.685 visas de turismo a ecuatorianos del 1 de octubre de 1999 al 30 de septiembre de 2001. Esto coincidió con una de las crisis económicas más agudas que ha experimentado el país por el feriado bancario, la falta de empleo, el cambio del sucre al dólar y la inestabilidad política.

En 2005, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales calculó, en el marco de un foro internacional llamado “Migración, transnacionalismo e identidades”, que 628.308 ecuatorianos partieron a Estados Unidos y España del 2000 al 2004 producto de esta crisis.

Según el censo del 2001, el destino preferido de los migrantes ecuatorianos era España y luego EE. UU. Sin embargo, el país norteamericano volvió al primer puesto tras la imposición del visado Schengen a ecuatorianos que quieran ingresar a España, en agosto de 2003.

El segundo incremento más grande de visas de turismo a EE. UU. para ecuatorianos después del éxodo del 2000 coincide con la crisis migratoria reciente, caracterizada por las grandes cantidades de ecuatorianos que cruzaron la selva del Darién, la frontera entre Colombia y Panamá, en 2021, 2022, 2023 y 2024, con la mira de llegar a EE. UU.

En todo 2023, según el servicio migratorio panameño, 57.250 ecuatorianos cruzaron la selva de forma irregular, representando la segunda nacionalidad más numerosa detrás de los venezolanos. La tendencia se mantiene en 2024, pues 8.953 ecuatorianos han atravesado el cruce ilegal de enero a marzo, detrás solo de los venezolanos.

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Cruzar la selva y los países centroamericanos representa un grave riesgo para los migrantes. Acceder a una visa de turismo tampoco los habilita para trabajar y quedarse en Estados Unidos, para ello deben solicitar una de las cinco categorías disponibles (visas de trabajo) y cumplir con estrictos requisitos que muchos consideran complicados y ni lo intentan.

Los requisitos de visado podrían perjudicar a migrantes

Juan Pappier, subdirector de la División de las Américas de Human Rights Watch, explicó en una entrevista con EL UNIVERSO en noviembre de 2023 que la imposición de visado a ecuatorianos para ingresar a México “coincidió con un aumento en el número que cruzaron el Tapón del Darién”.

Así, se infiere que la migración ilegal también está nutrida en parte por personas que no pudieron acceder a visas.

Pappier añadió en esa misma entrevista que “los Estados deberían revertir las medidas que impiden en la práctica el acceso al asilo y empujan a las personas a tomar caminos peligrosos”.

Rodolfo, un joven ecuatoriano de 25 años, explica que en 2021 buscó viajar a México por turismo, pero que le fue negada la visa. “Por suerte recordé que, como también tengo nacionalidad peruana, puedo ingresar sin problemas con mi pasaporte peruano”, índica.

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“México sabe que es canal para migrar a EE. UU. (...). Como agencia, también hubo mucha gente que nos llamaba y nos pedían boletos a Nicaragua o El Salvador. Muchos incluso nos dicen que no piensan regresar”, dice Gabriela Gracia, CEO de la agencia de viajes Jointours.

Una gran parte de la población con estatus migratorio irregular en EE. UU. proviene de los que no cumplieron con sus plazos máximos de estadía.

Según cifras del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., 853.955 personas irrespetaron los plazos de sus visas. Según un reporte de noviembre de 2023 del Servicio de Investigación Congresional de ese país, aproximadamente el 42 % de la población indocumentada que vive en EE. UU., estimada en 11 millones, corresponde a este rubro de migrantes.

Se entregaron más visas B-1, B-2 y B-1/B-2 en la embajada en Quito que en Guayaquil

Del total de 2′543.011 visas no migratorias otorgadas por el Gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) en su Embajada en Ecuador situada en Quito y en su Consulado general en Guayaquil, 1,3 millones, o aproximadamente el 52 %, fueron entregadas en la capital.

Las visas no migratorias, como las B-1 y B-2 para turismo y negocios, son para estadías temporales en EE. UU. Otros tipos permiten trabajar y estudiar en el país norteamericano.

Sin embargo, si se analizan los datos del Departamento de Estado estadounidense referentes a visas no migratorias para ecuatorianos, la tendencia era que se entregaban más visas en la misión diplomática en Guayaquil de 2013 a 2020. Esto cambió en 2021.

Por esto Estados Unidos podría rechazar una solicitud de visa de turismo

No hay datos disponibles del número de personas que demandan las visas de turismo. Adrián, un joven de 23 años, esperó seis meses para su cita en el Consulado en Guayaquil y fue rechazado. Él es soltero, no tiene hijos, posee poca experiencia laboral y no tiene un historial viajero, o sea, no ha salido del país antes.

Gabriela Gracia, CEO de la agencia de viajes Jointours, explica que algunos de esos factores generalmente influyen negativamente en las probabilidades de recibir una visa.

“No es fácil mentirles, tienen data a nivel global. Miran mucho el récord migratorio, que tengan una historia de viaje, si es que es una persona joven sin anclas al país, recién graduado”, dice, es difícil que esa persona acceda a una visa.

La demora de citas para visas nuevas y renovaciones por la pandemia también influye en el incremento de documentos otorgados a partir de 2021, agrega la experta. (I)