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Es cuestión de días para que lo que los ecuatorianos decidieron en las urnas –como una apuesta porque haya un verdadero cambio en el país en materia de seguridad y combate a la corrupción y delincuencia organizada– se ejecute en el menor tiempo posible. Nadie impugnó los resultados numéricos del referendo y consulta popular del 21 de abril pasado y así el Consejo Nacional Electoral (CNE) los podrá proclamar y los cambios quedarán en manos del Gobierno y de la Asamblea Nacional.
En las nueve preguntas con reformas sobre seguridad ganó el sí y tres implican cambios directos a la Constitución: la extradición de ecuatorianos, judicaturas especializadas en materia constitucional y el apoyo de las Fuerzas Armadas en las funciones de la Policía Nacional, aunque esta necesitará una reforma en la ley. Para los otros seis cambios el presidente Daniel Noboa tiene cinco días para presentar los proyectos de ley que viabilicen que los militares realicen control de armas en las vías a las cárceles, incrementar las penas en ciertos delitos, que los sentenciados también por ciertos delitos cumplan la totalidad de sus penas en prisión, además de reformas en torno a las armas y para que el Estado sea propietario de los bienes de origen ilícito o injustificado.
Se convive con ciegos, sordos y mudos funcionales y secuestrados por el fanatismo político.
(...) al fin –el Gobierno– los llama por lo que son: “narcopolíticos”. Gravísima imputación.
Los más pequeños imaginan, se apropian del lenguaje y hacen que el material literario forme parte de su día a día.
De mi experiencia de lector, escritor y librero es que son muy raros los escritos con propósitos perversos...
En síntesis, la consulta ayudó, pero no despejó suficientemente el panorama.
Esta política industrial requiere altos aranceles proteccionistas y los consumidores pagan precios inflados.
“Si quieres la paz, trabaja por la justicia”, desde la perspectiva de los derechos humanos, claro.
Estudiosos hacen predicciones fundamentadas en los comportamientos del grano a lo largo de los años...
Entonces pensé en Paul Auster y... que la literatura contara la historia sobre cómo las ciudades forjan su identidad...
Hoy puedo estar segura de que podría vivir perfectamente sin mis hijos, pero con ellos es una vida más bonita...